Con las festividades de fin de año acercándose, muchos de nosotros nos reunimos para disfrutar de la compañía de nuestros familiares y amigos. En algunos hogares, en ocasiones hay alguien que se desconecta del tono de la celebración y termina festejando de manera exagerada o inapropiada, ya sea haciendo bromas pesadas o no bien-recibidas, bebiendo demasiado etc. Algunas de estas personas, pueden tener dificultades con el abuso del alcohol y/o substancias que alteran la percepción de la realidad y el estado de ánimo, y por consiguiente les puede resultar más difícil el regular su comportamiento y el reconocer su impacto en otros.
Aunque para algunos de nosotros, especialmente los que somos más cercanos a estas personas, se convierte casi en un reflejo el tratar de controlarlos y monitorearlos, o a veces encubrir su comportamiento errado, nuestros esfuerzos son por lo general inefectivos. Aun cuando hay un cambio este es usualmente de corta duración. No importa cuánto tratemos, el comportamiento descontrolado tiende a escalar, llevándonos ultimadamente a frustración e ira en ambas partes, y en algunos casos, agresión y violencia
Aceptar que no podemos controlar el comportamiento de otras personas, no importa cuánto tratemos, nos pude salvar de muchos conflictos, dentro y fuera del entorno de las festividades. Al final de cuentas, la mayoría de las personas generalmente terminan haciendo lo que a ellos les parece admisible o necesario para sí mismos, y el persuadirlos tiende a resultar infructífero, especialmente si estos se encuentran bajo la influencia de sustancias que alteran su estado consiente. No solo esto, sino que al tomar la responsabilidad por monitorear el comportamiento de otros, los libramos a ellos de hacerse responsables ellos mismos de monitorear y manejar su propia conducta. En otras, palabra, los habilitamos (enable) a continuar actuando sin consecuencias directas hacia ellos, convirtiéndonos en un escudo deflector y al final contribuyendo a perpetuar el proceder indeseado.
Al planear para las festividades que se aproximan o para tu interacción con personas que tienen dificultades con el abuso de substancias, o manejo de ira, o actividades compulsivas como como comida, compras, etc., te recomendamos las siguientes medidas:
Aunque para algunos de nosotros, especialmente los que somos más cercanos a estas personas, se convierte casi en un reflejo el tratar de controlarlos y monitorearlos, o a veces encubrir su comportamiento errado, nuestros esfuerzos son por lo general inefectivos. Aun cuando hay un cambio este es usualmente de corta duración. No importa cuánto tratemos, el comportamiento descontrolado tiende a escalar, llevándonos ultimadamente a frustración e ira en ambas partes, y en algunos casos, agresión y violencia
Aceptar que no podemos controlar el comportamiento de otras personas, no importa cuánto tratemos, nos pude salvar de muchos conflictos, dentro y fuera del entorno de las festividades. Al final de cuentas, la mayoría de las personas generalmente terminan haciendo lo que a ellos les parece admisible o necesario para sí mismos, y el persuadirlos tiende a resultar infructífero, especialmente si estos se encuentran bajo la influencia de sustancias que alteran su estado consiente. No solo esto, sino que al tomar la responsabilidad por monitorear el comportamiento de otros, los libramos a ellos de hacerse responsables ellos mismos de monitorear y manejar su propia conducta. En otras, palabra, los habilitamos (enable) a continuar actuando sin consecuencias directas hacia ellos, convirtiéndonos en un escudo deflector y al final contribuyendo a perpetuar el proceder indeseado.
Al planear para las festividades que se aproximan o para tu interacción con personas que tienen dificultades con el abuso de substancias, o manejo de ira, o actividades compulsivas como como comida, compras, etc., te recomendamos las siguientes medidas:
- Planea por adelantado y define de antemano el propósito y significado de tus interacciones (“quiero pasar tiempo conversando con mis familiares”, “quiero bailar”, “voy a disfrutar de la buena comida”, etc.) Hazte un compromiso a ti mismo de que vas a mantenerte en tu plan a toda costa.
- Establece límites claros acerca de los comportamientos que estas y no estás dispuesto a tolerar de otros.
- Explica claramente las consecuencias que pude conllevarles el sobrepasar tus límites a la persona o personas envueltas y estate dispuesto a cumplirlas (“si continuas hablando de esta forma voy a dar por concluida nuestra conversación” ; “si decides tomar (o tomar sin control) no esperes que interactúe contigo”; “no me montare en un auto contigo como conductor si bebes” etc.)
- Deja ir la necesidad de controlar situaciones y personas y enfócate en tus propias necesidades, gustos, planes. Recuerda que al único que puedes controlar es a ti mismo, y esto a veces tampoco suele ser tan fácil.
- Rodéate de personas que te puedan ofrecer apoyo sin juzgarte y está dispuesto a hacer lo mismo. Una palabra de empatía pude ser mucho más efectiva que un sermón de reproches (“debe ser difícil para ti el pensar que no puedes controlar ese comportamiento”).
- Esta dispuesto a perdonar, manteniendo tus límites y seguridad.
- Busca ayuda profesional si es necesario. Hay muchas relaciones que pueden ser salvadas con la ayuda apropiada.